Por:Marithza Peña
El
sector MiPymes en la República Dominicana tiene unos datos interesantes, lo primero
es que agrupa 1.5 millones de micro, pequeñas y medianas empresas, lo que representa
el 98% del total de empresas en este país; luego está,
que generan más de 2 millones de empleos en la economía, lo que equivale el
54.4% (más de la mitad) de la población ocupada del mercado laboral, aportando
un significativo porcentaje al PIB de 38.6% y por último, no por eso menos
interesante, es que en el país de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón, el 51.3% de
las MiPymes es liderado por mujeres.
Y,
a propósito del sector, es interesante saber, que en el marco de una pandemia
que ha sorprendido e impactado a toda la humanidad, algunos países, en el marco
de las relaciones diplomáticas, se interesen y esfuercen por continuar
fortaleciendo el dinamismo comercial y el desarrollo económico de nuestro país.
Es
el caso del Reino de Bélgica, que a través de su embajada en la República
Dominicana realizó recientemente el MiPymes Lab, un encuentro para compartir
conocimientos y experiencias sobre la recuperación de las Micro, Pequeñas y
Medianas Empresas (MiPymes) en el escenario COVID-19.
Me
gusta que en el marco de este encuentro, realizado en el Garden Deck del hotel
Embajador, Jehanne Roccas, la embajadora del Reino de Bélgica para República
Dominicana, Cuba y Haití, haya destacado que aun en medio de las consecuencias
negativas que ha tenido la crisis sanitaria en las económicas de nuestros
países, hay una oportunidad de apoyar a las MiPymes para que refuercen su
competitividad y puedan crear cadenas de valor, acción que según la diplomática
es clave para la reactivación de la economía post COVID-19.
En
ese escenario, Nero’s, una MiPymes del sector productivo dominicano ofreció su
testimonio como caso de éxito en este renglón, narrando su experiencia de
negocio en el escenario actual de pandemia, también hubo un intercambio de
experiencias y casos prácticos a través de un panel encabezado por expertos en
MiPymes de ambos países, entidades belgas, y representantes de organismos como
la Unión Europea, entre los que destacan el empresario George Nader, CEO de
Nader Enterprises; Luis Miura, Presidente de la Confederación Dominicana de la Micro,
Pequeña y Mediana Empresa (CODOPYME); y María González Mata, Jefa de
Cooperación de la Delegación de la Unión Europea en República Dominicana.
El
Agregado Económico y Comercial de la Embajada de Bélgica, Jean-Serge De Sousa,
hizo una excelente exposición, sobre los mecanismos que utiliza su país para el
fomento y apoyo gubernamental a las MiPymes, que esperamos que los
representantes del gobierno dominicano
que participaron en el evento sepan bien aprovechar esas experiencias a la hora
de planear las acciones del Estado dominicano en esa dirección, así que
atención Viceministro de Industria, Comercio y MiPymes, Jorge Guillermo Morales
Paulino, que estuvo presente en el encuentro.
El
llamado al Estado dominicano es para que también sus acciones de fomento y
apoyo a las MiPymes y la colocación de fondos de inversión a disposición del
sector, se enfaticen en las micro, pequeñas y medianas empresas ubicadas en la
frontera dominicana, considerando que allí están las provincias que
históricamente han mostrado menor desarrollo en relación al resto del territorio nacional.
En
el encuentro MiPymes Lab, la Sra. Marie Watelet de la institución financiera,
Belgian Investment Company for Developing Countries (BIO), indicó que esa entidad
tiene fondos de inversión a disposición de MiPymes dominicanas, que estarán más
destinados a los sectores agricultura y manufactura, y es aquí donde sugiero
que esto constituye una oportunidad para dinamizar las MiPymes de estos
sectores que operan en las provincias fronterizas, sobre todo en Elías Piña,
Bahoruco, Independencia y Pedernales, que son las que menos aprovecharon
los incentivos de la Ley 28-01 para el Desarrollo
Fronterizo .
Según
apunta Adrián Lebrón, Director de Regímenes Especiales del MICM, hasta 2019, en
la zona fronteriza se habían instalado 77 empresas, fundamentalmente del sector
agroindustrial y agropecuario y a pesar de la aplicación de la Política
de Incentivos para el Desarrollo Fronterizo, no se logró un impulso en
las actividades productivas de la industria, ni se generaron suficientes
fuentes de empleo, por consiguiente se mantuvo el proceso de éxodo de la
población dominicana de esa región. Esa es la triste realidad de la frontera,
realidad que puede ser transformada, solo con la real voluntad estatal y el
involucramiento activo de esa población, en la aplicación de las medidas
pertinentes y efectivas