Aquiles Olivo Morel
Aquiles Olivo Morel
Alguna vez se aseguró como el vuelo simple de las mariposas en las Amazonas podría influir en los mercados y alterar su desenvolvimiento. Con ello se aludía a la parte sensible de la economía y como los aspectos de menor importancia alteraban el curso bursátil en Tokio, Nueva York, Frankfurt y cualquiera de las bolsas de importancia del mundo civilizado.
Nadie niega como los precios de los productos de repente se colocan por las nubes, experimentando alzas cuya explicación escapa a veces a la racionalidad.
Tanto los productos de primera necesidad como los relacionados con la tecnología, los agrícolas, industriales, herramientas y materiales de construcción se ven afectados, con alzas asombrosas.
Las causas van desde la alteración ocasionada en las rutas marítimas por los efectos de la Covid19 como ocasionados por la inflación, consecuencia de la crisis económica en curso.
Ignorar el impacto del cese del trabajo; las parálisis de una parte importante de los sectores económicos; los efectos de los toques de quedas, nocivos para la producción y la vida sería errar ante un panorama lleno de incertidumbres.
La canasta familiar en la Republica Dominicana (RD) la ocupan productos de producción local y, también, productos donde se requieren materia prima base importada.
La comercialización y los retrasos; la limitación de esta materia prima comenzó a afectar los mercados desde hace algunos meses; todos los países, incluyendo los desarrollados se resienten impactados por esta estas realidades.
El gobierno conoce a cabalidad estos hechos y dispone de las herramientas para saber a cambios sectores proteger, evitando así su desplazamiento estrepitoso hacia los niveles de pobrezas.
No ignora, tampoco, los efectos de la inflación sobre los salarios y su implicancia, sobre todo, al denominado salario mínimo, franja donde se encuentran la mayoría de los trabajadores que aún subsisten en medio de la pandemia.
En los próximos días se sabe de la convocatoria del sector empresarial, sindical y gobierno para discutir los ajustes de sueldos, en la ocasión se habla de un 40%, la propuesta está acompañada de una indexación.
La demora de estos acuerdos podría afectar aún más las condiciones de vida de los dominicanos; poner en marcha las opciones disponibles en los planes sociales y la agilidad del gobierno para negociar constituir dos buenos augurios para transitar estas adversidades
Estas escabrosas realidades económicas van de la mano con el comportamiento de los contagios de la Covid19, pronosticar su final no está en manos de las autoridades, conscientes y decididas a mitigar con prontitud esta escalada de los precios.
Los sectores productivos nacionales deben aportar su cuota explorando nuevas alternativas orientadas a colocar la producción local con mejores condiciones para los consumidores; en tanto, el Gobierno Central, se centrará en influir en la bajada de los precios con importaciones en aquellas áreas donde se identifique escases y la poca probabilidad de ser cubierta con la producción nacional.
La revisión de los salarios y el control de la inflación conlleva un esfuerzo sistemático por parte de los sectores nacionales, colocando las consideraciones de cómo la crisis económica ha impedido los niveles de rentabilidad del pasado. Pocas áreas pueden mostrar bonanzas y pocos productores pueden mostrar un cien por ciento de apertura en sus fábricas.
En fin, estamos ante un panorama donde no se advierten caminos seguros, por el contrario esta nueva realidad esta caracterizada por los vaivenes económicos globales: ¡Incertidumbre!
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