Las estrategias mediáticas todos los gobiernos las usan. Todos los políticos las usan. Todos aquellos que buscan educar o confundir a la opinión pública, las usan. No es un pecado usarla, está es parte del conglomerado de ideas que expertos en comunicación o ciencias políticas diseñan, con el objetivo primario de obtener sus «buenos» resultados.
Las estrategias mediáticas cuando no están sustentadas por parámetros reales y con una pesada carga de conocimientos de lo que se hace, las mismas suelen dar resultados pocos provechosos para las causas en cuestión.De ahí es la necesidad de contar con expertos en la materia, repetimos, un comunicador-periodista con sobrados conocimientos en lo que es la sociología social, o un Politólogo que entienda sino a la perfección, por lo menos domine lo que son
1.- La Inteligencia Política-Emocional.
2.- La idiosincrasia del bloque o los bloques sociales sobre los cuales van dirigidas las diversas estrategias mediáticas y
3.- Contactos permanentes con los diversos círculos para de esta manera conocer además de su idiosincrasia su historia, cultura, etc.
Ahora bien, veo que quienes están manejando algunos de los aspectos mediáticos del gobierno, sobre todo lo concerniente a los últimos sometimientos y el posterior encarcelamiento a varias figuras de primera línea del PLD, a mi modo de ver no han actuado con la elegancia ni con la inteligencia política necesaria en estos casos.
Creo que los “genios” que han estado trabajando el tema, se les olvidó que lo primero que debieron hacer, fue educar a la población a través de los diferentes medios de comunicación, en donde con un plan muy bien elaborado, colocar en la línea de ataques a intelectuales afines al gobierno y al Presidente, en donde estos, más que acusar debieron alertar a la población en sentido general, sobre el daño que la corrupción le hizo, le está haciendo y le hará a la sociedad dominicana.
Estos más que actuar con métodos acusatorios deben más bien decirles al país lo que conllevaría dejar pasar por alto tantas denuncias de robos al patrimonio nacional, y sobre todo, plantearse fórmulas novedosas para mediante procesos que no alteren nuestra constitución, tratar de recuperar una parte de las grandes millonadas que se han robado.
Entendemos, que si no se piensa y se actúa con INTELIGENCIA POLITICA EMOCIONAL y con sobrada PSICOLOGIA POLÍTICA, muchos de esos acusados de corruptos los veremos en un tiempo no muy lejano, pasando de villanos a héroes, y eso, podría ser hasta lastimoso para esta gran lucha que se ha emprendido desde el gobierno que preside Luis Abinader contra la corrupción y que todos debemos apoyar sin reservas.
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