POR RAFAEL SANTOS
Leí hace varios días, unas declaraciones del ex Presidente Hipólito Mejía, el cual, entre otras cosas, anunciaba al país que dentro del gobierno se han estado realizando encuestas para medir la popularidad, el trabajo y/o la aceptación de los principales funcionarios del presente gobierno perremeista, que encabeza el Licenciado Luis Abinader.Como Politólogo lo entiendo muy pertinente, es más, hasta celebró tal iniciativa ya que así el Presidente lograría hasta quitarse un peso de encima y bien podría renovar su gabinete ministerial y de paso, sería el mismo pueblo el que le daría las perfectas herramientas para salir de aquellos funcionarios altos y medios que nada bueno aportan a la presente gestión.
Al ser una fotografía del momento, dichas encuestas sentarían las bases para el rejuvenecimiento de una administración que por la pésima visión de algunos funcionarios que no han logrado «coger las señas» al mandatario, hoy su presidencia no se encuentra en el tope de popularidad que debiera, todo esto, pese al flaco papel de una oposición que tampoco logra levantar cabeza.
Supongo que al país les darían a conocer dichos resultados, pues después de todo, los dominicanos debemos conocer a través de dichos estudios, cuáles son los buenos y cuáles son los malos, quienes deben quedarse y a quiénes se les tienen que dar unas «vacaciones» al estilo de las de Don Teco, del municipio de Tenares.
Repetimos, quienes queremos ver la realidad y no el reflejo del cambio que en muchos órdenes esperan las grandes mayorías nacionales, debemos alentar para que lo anunciado por uno de los robles perremeista se haga realidad y no se quede como un asunto mediático para llenar espacio en los medios.
Con la realización de la citada encuesta, en donde bien se reflejen aquellos aspectos de ciertos funcionarios, sean estos Ministros, Directores Nacionales, funcionarios con responsabilidad en las regiones y los Gobernadores, entre otros, bien el gobierno mediría el grado de posicionamiento de estos ante la sociedad, y de paso, desde el mismo centro del poder se estaría poniendo el oído en el corazón del pueblo.
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